Cuando emprendemos la reforma de una vivienda, una de las primeras dudas que surgen es: ¿por dónde empezar? Reformar una casa puede ser un proceso complejo, pero con una planificación adecuada, el resultado será un hogar funcional, cómodo y estéticamente armonioso. En este artículo, te explicamos qué es lo primero que se suele reformar y por qué es importante seguir un orden lógico en la renovación.
1. Instalaciones básicas: electricidad, fontanería y calefacción
Antes de pensar en la estética, lo primordial es asegurarse de que las instalaciones esenciales de la vivienda están en buen estado. Si la casa es antigua o presenta problemas recurrentes, es fundamental revisar y actualizar la electricidad, la fontanería y el sistema de calefacción o climatización.
Electricidad: Si el cableado es antiguo o insuficiente para las necesidades actuales, es recomendable cambiarlo para evitar sobrecargas y posibles riesgos.
Fontanería: Las tuberías desgastadas pueden generar fugas y problemas de humedad. Renovarlas garantizará un buen funcionamiento a largo plazo.
Calefacción y climatización: Mejorar la eficiencia energética con nuevos sistemas de calefacción o aire acondicionado puede reducir el consumo y aumentar el confort.
2. Aislamiento y estructura
Una vez aseguradas las instalaciones, es momento de atender la estructura de la vivienda y su aislamiento térmico y acústico. Un buen aislamiento no solo mejora la eficiencia energética, sino que también contribuye al bienestar dentro del hogar.
Carpintería exterior: Cambiar ventanas antiguas por unas con doble acristalamiento ayuda a reducir el ruido y el consumo energético.
Aislamiento de paredes y techos: Es una inversión clave para mantener la temperatura estable en la vivienda.
Revisión de la estructura: Si hay problemas con muros, techos o cimientos, es crucial solucionarlos antes de avanzar con otros trabajos.
3. Distribución y tabiquería
Si se quiere modificar la distribución del espacio, este es el momento adecuado. Derribar tabiques, crear nuevos ambientes o integrar estancias como la cocina con el salón es más sencillo antes de que se realicen acabados y decoraciones.
4. Revestimientos y acabados
Cuando la base de la reforma está lista, llega la parte más visible y decorativa: suelos, paredes, techos y carpintería interior. Aquí se pueden elegir materiales que aporten personalidad y funcionalidad a la vivienda, como suelos de madera, cerámica o microcemento, y pinturas o revestimientos que refuercen la estética deseada.
5. Mobiliario y decoración
Finalmente, la última fase consiste en amueblar y decorar los espacios. La elección del mobiliario, la iluminación y los elementos decorativos será clave para dar vida a la vivienda y reflejar el estilo de quienes la habitan.
El éxito de una reforma depende en gran medida del orden en que se realizan los trabajos. Empezar por las instalaciones básicas y la estructura garantizará que todo lo demás se construya sobre bases sólidas. En Zeseis, te ayudamos a planificar y ejecutar cada fase de la reforma para que tu hogar sea exactamente como lo imaginas.